Otra jornada de tensión se vivió ayer en el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) de la Provincia de Buenos Aires, donde ayer sólo se atendieron los casos de emergencia y hubo medidas de fuerza y asambleas en el resto de los sectores de la dependencia ubicada en 46 entre 12 y 13.

Según informaron los representantes de ATE, "sólo hubo atención en casos de urgencias y se hizo un paro en el área de liquidaciones de proveedores. Las asambleas son permanentes pero no se ha resuelto un paro por tiempo indeterminado".

En tanto, voceros del otro gremio, UPCN, indicaron ayer que "mañana -por hoy-, habrá una asamblea en la cual se resolverá el modo de protesta que llevarán a cabo los afiliados al gremio. Por el momento no se votó nada vinculado a un paro por tiempo indeterminado y se sostiene la atención al público en áreas de emergencias".

A su vez, los afiliados protestaron ayer porque "desde hace varios días que tenemos conflictos para realizar toda clase de trámites. Aquellos que no eran urgentes ahora se transformaron en urgentes y los problemas son cada vez mayores, hasta para conseguir un simple bono", remarcaron en las oficinas de la sede central del IOMA.

La situación de ayer se tradujo en largas colas, ánimos caldeados y desesperación de algunos afiliados por conseguir autorizaciones para prácticas y drogas en el resto de las dependencias que atienden trámites vinculados al IOMA, como los casos de la Agremiación Médica y la sede platense de 50 entre 8 y 9.

Los trabajadores reclaman "la restitución de las prestaciones y el aumento de las coberturas", rechazan el "aumento de la cuota afiliatoria", y exigen "un aumento salarial de al menos 250 pesos para todos los estatales".

El IOMA volvió a ser un caos. Muchísimos afiliados se acercaron ayer a la sede de la calle 46 entre 12 y 13 para realizar trámites, fundamentalmente vinculados a las autorizaciones de medicamentos, y se encontraron con que los empleados cumplían tareas "a reglamento", ya que tuvieron que flexibilizar los paros que vinieron llevando a cabo en los últimos días a partir de la conciliación obligatoria dispuesta por el ministerio de Trabajo. Una lista de ítems colocada en la puerta del local comunicaba a la gente los límites de las gestiones, ya que el personal continuó trabajando sólo con los casos urgentes.

La primera cola se generó en la entrada de la obra social, donde los afiliados debían averiguar, antes de ingresar, si efectivamente podían concretar el trámite que iban a efectuar. Después, si conseguían pasar de la puerta tenían que hacer largas filas en los mostradores de las distintas áreas. La atención se limitó a la entrega de autorizaciones para las enfermedades crónicas contempladas en el plan de tratamientos especiales, aunque ayer, a raíz de la conciliación obligatoria los empleados asistieron también a afiliados con problemas menos críticos como hipertensión o colesterol.

"He venido varias veces en los últimos días y no atendían. Hoy por lo menos nos atienden -dijo Ana-. Estos nos complica mucho porque a nosotros nos cuesta venir hasta acá". También mostró su bronca por la cola y las incomodidades Juan Carlos, que comentó que "me parece bien que hagan paro, pero deberían hacerlo en sus oficinas no con la atención al público. Me descontaron del sueldo durante treinta años y ahora me cuesta conseguir lo que corresponde".

"Lo que ofrece el Gobierno nos resulta totalmente insuficiente y vamos a mantener las medidas hasta que nos otorguen los 250 pesos de aumento que pedimos", señaló Ernesto Bustos, de ATE.